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Definición
El trastorno bipolar (TB) es una enfermedad psiquiátrica crónica, antes llamada enfermedad maníaco-depresiva. Las personas que lo sufren se caracterizan por presentar oscilaciones en el estado de ánimo con fases de manía, hipomanía o mixtas que generalmente se alternan con episodios depresivos. Dichos síntomas afectan a su calidad de vida, funcionamiento cotidiano, educación, trabajo, relaciones familiares y sociales.
Clínicamente se distinguen varias formas según los episodios que predominen. De acuerdo con los criterios de la Clasificación Internacional de las Enfermedades, décima versión (CIE-10) y los criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, cuarta versión (DSM-IV) los pacientes con Trastorno Bipolar tipo I (TB I) tienen al menos un episodio de manía franco o un episodio mixto y pueden tener antes o después episodios depresivos. En el Trastorno Bipolar tipo II (TB II) el sujeto experimenta síntomas maníacos menos graves que se denominan fases hipomaníacas y episodios depresivos.
También distingue la ciclotimia en la cual se alternan la hipomanía con los cuadros depresivos subclínicos. Aunque existen ligeras variaciones en la clasificación de la CIE-10, se aceptan estos tipos fundamentales como dentro de lo que se denomina “Espectro Bipolar”.
Es un trastorno relativamente frecuente con una prevalencia a lo largo de la vida aproximada de entre el 0,5 y el 1,6% en muestras de población general. Ocurre en todas las edades, aunque el pico de presentación es entre los 15 y los 25 años. Si se consideran síntomas subumbrales y trastornos con características bipolares que no cumplen los criterios para ningún TB específico, esta cifra puede ascender al 2,4%.
Causas
Cuando el comienzo se produce por encima de los 60 años hay que sospechar una causa orgánica del trastorno. Los casos con un comienzo más temprano están más asociados a factores genéticos. En las formas graves se presenta por igual en hombres y en mujeres.
Los estudios muestran un retraso medio en el diagnóstico correcto de al menos 10 años, que afecta de forma negativa a los pacientes con inicio precoz de la enfermedad, en la medida en que impide un adecuado desarrollo en las etapas infanto-adolescentes, claves en la conformación de la personalidad, las relaciones sociales y las expectativas académicas y laborales.
Síntomas
Los cambios de estado de ánimo en el trastorno bipolar se denominan episodios anímicos y se clasifican como episodios maníacos, depresivos o mixtos. Un episodio mixto incluye síntomas tanto maníacos como depresivos.
Los episodios anímicos suelen ser intensos y provocan síntomas que duran entre dos semanas y de cuatro a cinco meses.
Los síntomas que aparecen en un episodio maníaco pueden ser:
Los episodios depresivos tienden a durar más (su duración mediana es de seis meses), aunque rara vez se prolongan más de un año. Los síntomas que aparecen en un episodio depresivo son:
La frecuencia de los episodios y la forma de las recaídas y remisiones pueden ser muy variables, aunque las remisiones tienden a ser más cortas y las depresiones más frecuentes y prolongadas al sobrepasar la edad media de la vida.
El curso de la enfermedad es muy variable: aproximadamente el 90% de los pacientes que han tenido un episodio maníaco presentan un nuevo episodio depresivo. Los pacientes con TB no tratado tienen unos 10 episodios maníacos o depresivos a lo largo de la vida, con una duración de éstos y de los períodos interepisódicos que se suelen estabilizar a partir de la cuarta o quinta fase. De un 10 a un 15% presentan más de tres episodios al año, es decir, son “cicladores rápidos” (CR) y pueden tener una recuperación total o parcial entre ellos y cambiar de polaridad. Algunos pacientes tienen una discapacidad persistente con sintomatología leve y deterioro cognitivo entre los episodios.
Tanto en las fases maníacas como en las depresivas puede asociarse sintomatología psicótica congruente o no con el estado de ánimo. La necesidad de hospitalización es frecuente, sobre todo en las fases maníacas. Claramente se ha encontrado una asociación entre el TB y un incremento de la morbilidad y mortalidad de los sujetos afectados. Las tasas de mortalidad por cualquier causa son de 2 a 3 veces mayores que en la población general. El incremento de la morbilidad se atribuye generalmente a los factores de estilo de vida asociados al trastorno y al abuso de sustancias que con frecuencia se produce durante o entre los episodios. Las tasas de suicidio en TB I se estiman entre el 10 y el 15%.
Consejos para el paciente
Bibliografía